Un libro llamado "Conversaciones con Dios" me ha mostrado una perspectiva muy interesante en lo referente a Dios, religión y la vida en general, ya que funciona en lo que baso mi vida,la lógica. Una de las pautas que señala es la inexistencia del bien y del mal, sino de lo que funciona, claro, hay que hacer una análisis muy profundo para no dejarse llevar por simplezas que saltan a la primera impresión, por eso, hay que leerse este libro con toda la mentalidad abierta que se pueda.
Para evitar caer en juicios de valor, es importante dejarse llevar por esta premisa: "¿funciona?", de ser así, hay que seguir adelante y sino, buscarle la vuelta, pero lo importante es no creerse que se tiene a Dios agarrado por la chiva y nos creamos sus verdugos asignados, al contrario, hay que dejar que el tiempo sea el juez de las acciones y decisiones que tomamos.
Partiendo de allí, eso me ha traído una situación de bienestar que raya en la tranquilidad. Es un "no darse mala vida" pero con conciencia, es vivir para uno y no para los demás. Vaya pues a la gente que le gusta estar juzgando o justificando sus acciones, se están perdiendo un tiempo agradable de vida, o tal vez eso sea lo que los llena,, no se,, no opino

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